La encuesta de coste laboral y los salarios en España
La Encuesta Trimestral de Coste Laboral (ETCL), que elabora trimestralmente el INE, ha sufrido en el primer trimestre de 2009 importantes modificaciones, que suponen el cambio del período base, en el que los índices de costes se hacen 100, pasando a ser el año 2008, la adaptación de las clasificaciones sectoriales y por ramas de actividad a la nueva Clasificación Nacional de Actividades Económicas de 2009 (CNAE-2009) y la ampliación del ámbito sectorial de la encuesta a los trabajadores adscritos a la Seguridad Social de las Administraciones Públicas y a las empresas del Régimen Especial de Trabajadores del Mar cuya actividad económica es el transporte marítimo.
Después de estos cambios en el ámbito sectorial de la ETCL se mantiene la exclusión del sector agrario, los empleados de hogar y las organizaciones extraterritoriales, como la ONU y la Comisión Europea.
El INE ha publicado información retroactiva, aunque no para todas las clasificaciones y desagregaciones, considerando a las Administraciones Públicas para el período 2006-2008, pero no para los años anteriores, por lo que en 2006 se produce una ruptura en la homogeneidad de las series estadísticas que impide la comparación de los datos de la encuesta con los de los años anteriores.
En cualquier caso, el INE sigue sin diferenciar la información entre hombres y mujeres, en contra de lo que ocurría en la antigua Encuesta de Salarios, antecedente de la ETCL, que publicaba esa desagregación en los cuartos trimestres de cada año, y de lo previsto en la Ley de Igualdad que obliga a que todas las estadísticas y registros públicos se diferencien por género. El INE a partir del 2004 ha intentado superar ese incumplimiento con la Encuesta Anual de Estructura Salarial, estadística que, pese a su denominación, tiene carácter administrativo al elaborarse con base en el IRPF.
Los conceptos utilizados por la ETCL son los de coste laboral y coste salarial y los datos se presentan por trabajador y hora efectivamente trabajada. La diferencia entre el coste laboral y el salarial son los otros costes no salariales, que incluyen tanto las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social como otros pagos no salariales, entre los que figuran las indemnizaciones por finalización del contrato y despido.
Según los datos de la encuesta correspondientes al primer trimestre de 2009, el incremento interanual del coste laboral por trabajador asciende al 3,9%, lo que supone una desaceleración de 1,4 puntos porcentuales respecto del trimestre precedente. Esta evolución es muy similar a la del concepto equivalente de la Contabilidad Nacional de España (CNE), el de la renumeración por asalariado, que aumenta en términos interanuales en el mismo periodo el 4% y se desacelera respecto del trimestre previo en 1,2 puntos.
Ahora bien, la desaceleración del coste laboral por trabajador es fruto de una evolución contradictoria de sus dos componentes, el coste salarial y los otros costes no salariales.
Comenzando por la evolución de los otros costes no salariales por trabajador, el incremento en relación con el mismo trimestre del año anterior asciende al 6,8%, ocho décimas más que en el cuarto trimestre de 2008. Dentro de los otros costes no salariales, el componente predominante, las cotizaciones obligatorias de los empresarios a la Seguridad Social, crece solo el 2%, mientras que el avance más intenso corresponde a las indemnizaciones por finalización del contrato y despido, que se sitúa en el 124,6%, lo que significa que ese concepto más que se duplica en los últimos doce meses.
Por su parte, los costes salariales por trabajador se incrementaron en términos interanuales en el primer trimestre de 2009 el 2,8%, lo que implica una desaceleración de 2,3 puntos porcentuales respecto del trimestre previo. Este crecimiento, al contrario de lo que ocurría en períodos anteriores, es muy similar al de los salarios pactados en los convenios colectivos con efectos económicos en 2009, el 2,7%, según los convenios registrados hasta el 31 de mayo.
De todos modos, la evolución del coste salarial en el primer trimestre de 2009 es muy diferente si se distinguen los pagos salariales ordinarios de los pagos extraordinarios y atrasos, que incluyen, entre otros, los pagos que se suelen hacer en el primer trimestre de cada año derivados de la aplicación de las cláusulas de revisión salarial pactadas para el año anterior.
Así, los pagos extraordinarios y atrasos descienden en términos interanuales el 8,7%, cuando un año antes, en el primer trimestre de 2008, aumentaron el 9,6%, como consonancia de que en 2008 no se aplicaron las cláusulas de revisión salarial pactadas, puesto que la inflación final en ese año fue inferior a la prevista, en contraste con lo que ocurrió en 2007, en el que el impacto de esas cláusulas en el crecimiento salarial (1,1 puntos porcentuales) fue muy elevado, el mayor desde 1990, en consonancia con la desviación de la inflación final respecto de la prevista que también fue muy alta (2,2 puntos).
Por el contrario, los costes salariales ordinarios aumentaron en tasa interanual en el primer trimestre de 2009 el 4,2%, que, aunque siete décimas inferior a la tasa del trimestre precedente, es superior al incremento de los salarios pactados en 2009, el 2,7%.
Esta diferencia positiva entre las dos tasas de variación, equivalente a la deriva o deslizamiento salarial, se puede justificar por dos factores: el primero, porque no todo el salario ordinario percibido por los trabajadores se explica por la negociación colectiva, como es el caso de los complementos salariales personales y de puesto de trabajo, y, el segundo, por el efecto composición que se produce cuando se altera la estructura del empleo a favor de los trabajadores con salarios superiores a la media, como está ocurriendo en la actual situación de crisis económica, en la que el fuerte descenso del empleo se concentra en el de los asalariados temporales con salarios, en general, inferiores a los de los indefinidos.