Trabajo premiado con el X Premio Lluís Fina
Resumen del artículo premiado con el X Premio Lluís Fina «Does subsidized part-time employment help unemployed workers to find full-time employment?” elaborado conjuntamente por Tomi Kyyrä, José M. Arranz y Carlos García-Serrano
El objetivo del artículo es investigar el papel que los empleos a tiempo parcial pueden desempeñar en la mejora de las perspectivas de encontrar empleo a tiempo completo para los trabajadores españoles desempleados que desean trabajar a tiempo completo. Estudiamos los cambios en el efecto del empleo a tiempo parcial sobre el tiempo esperado hasta el próximo empleo a tiempo completo durante un período en el que los incentivos de los empleadores para ofrecer empleos a tiempo parcial se mejoraron considerablemente. Como parte de una serie de medidas para combatir el impacto de la crisis financiera de 2008, el Gobierno español introdujo reformas en 2009 y 2011 para fomentar el trabajo a tiempo parcial en medio de la recesión, reduciendo las cotizaciones empresariales a la seguridad social de los trabajadores a tiempo parcial por debajo de las de los trabajadores a tiempo completo.
Abordamos la cuestión de si el trabajo a tiempo parcial ha actuado como un puente hacia el trabajo a tiempo completo para las personas desempleadas perceptoras de prestaciones por desempleo en los años 2005-2013. La respuesta a esta pregunta ayuda a valorar si la política de promoción del trabajo a tiempo parcial ha sido beneficiosa desde el punto de vista de millones de trabajadores desempleados españoles. Utilizamos una base de datos longitudinales obtenidos de los registros de la Seguridad Social que cubre las historias laborales de los trabajadores del sector privado. El análisis empírico se lleva a cabo utilizando una muestra de trabajadores que quedaron desempleados después de estar trabajando en un empleo a tiempo completo de al menos seis meses. Dada su historia de empleo a tiempo completo, presumiblemente estos trabajadores buscan de nuevo trabajo a tiempo completo, a pesar de que algunos de ellos tomen un empleo a tiempo parcial. Como tal, consideramos los posibles períodos de trabajo a tiempo parcial como parte del período de búsqueda hacia un empleo a tiempo completo, que definimos como consistente en todos los períodos consecutivos de percepción de prestación de desempleo y trabajo a tiempo parcial.
En el análisis econométrico que se lleva a cabo en el artículo, nuestra variable de resultado es el tiempo esperado hasta que el individuo encuentra un trabajo a tiempo completo. Distinguimos entre el efecto del trabajo a tiempo parcial en la tasa de salida hacia un empleo a tiempo completo durante el período en que el individuo está trabajando a tiempo parcial y el efecto después de la finalización de un trabajo a tiempo parcial. Dado que el primer efecto es típicamente negativo y el segundo positivo, nos referimos a estos efectos como el efecto bloqueo (“lock-in”) y el efecto trampolín (“stepping-stone”), respectivamente.
Nuestros resultados aportan evidencia sobre la existencia de ambos efectos, de modo que hay un equilibrio entre los dos efectos opuestos. Mostramos que, a excepción de los empleos a tiempo parcial relativamente cortos en ciertos años, el efecto neto resultante en el tiempo esperado hasta el trabajo a tiempo completo es positivo tanto para las mujeres como para los hombres. En otras palabras, entrar en un trabajo a tiempo parcial prolonga el tiempo esperado sin un trabajo a tiempo completo en la mayoría de los casos. Sin embargo, en los años 2009-2010, es decir, justo después de la primera reducción en los costes de contratación de los trabajadores a tiempo parcial mediante las bonificaciones a las empresas, los empleos cortos a tiempo parcial redujeron el tiempo esperado hasta el próximo empleo a tiempo completo y, por tanto, ayudaron a las personas desempleadas en los años de recesión. Desde entonces, el efecto del trabajo a tiempo parcial sobre la duración prevista de la búsqueda ha aumentado y, por lo tanto, el valor de los empleos a tiempo parcial para los desempleados que desean trabajar a tiempo completo ha disminuido. Es probable que esta evolución esté relacionada con el recorte adicional en los costes de contratación de los trabajadores a tiempo parcial que se llevó a cabo en 2011 con el objetivo de fomentar aún más el uso de contratos a tiempo parcial. Es posible que las dos reformas realizadas en 2009 y 2011 hayan hecho que la contratación de trabajadores desempleados en empleos a tiempo parcial sea demasiado atractiva en comparación con la contratación a tiempo completo.
La principal lección de nuestro análisis es que sólo los episodios de empleo a tiempo parcial relativamente cortos tienden a reducir el tiempo esperado hasta un empleo a tiempo completo. Este resultado apoya una política que anima a los trabajadores desempleados a aceptar empleos cortos a tiempo parcial cuando no hay empleos a tiempo completo disponibles y a los empleadores a ofrecer dichos empleos cuando no pueden ofrecer trabajo a tiempo completo. Pero parece importante que ese tipo de contratos sean respuestas temporales y de corta duración a las malas condiciones económicas. Como tal, las reducciones en las cotizaciones a la seguridad social del empleador para los trabajadores a tiempo parcial de hasta tres años (como se planteaban en las reformas analizadas en el artículo) podrían ser demasiado generosas, lo que conduciría a períodos demasiado largos de trabajo a tiempo parcial. Lo conveniente sería establecer un periodo más corto durante el que se aplicase la reducción de las cotizaciones sociales.