¿Utilizan los empresarios unas habilidades diferentes?
¿Utilizan los empresarios unas habilidades diferentes?
Por Sandra Nieto y Raúl Ramos. Publicado previamente en el Blog Fundae: https://blog.fundae.es/2017/01/12/utilizan-los-empresarios-unas-habilidades-diferentes/
Fomentar el autoempleo es una de las medidas de creación de empleo que está siendo considerada actualmente por distintos gobiernos, principalmente por dos motivos. En primer lugar, debido a las dificultades a que se enfrentan los jóvenes en su transición desde la educación hacía el mercado de trabajo, tanto durante la gran recesión económica como en la recuperación iniciada recientemente. En segundo lugar, porqué existe también un amplio consenso de que los empresarios contribuyen positivamente a la innovación y a la creación de empleo, fomentando así un mayor crecimiento económico.
Según el último informe del Global Entrepreneurship Monitor, existen diferencias muy importantes entre países en lo que se refiere a la proporción de la población adulta que posee un negocio. Parte de estas diferencias están claramente relacionadas con los motivos por los cuales los individuos deciden emprender una actividad empresarial. De hecho, muchas empresas nacen no con el objetivo de explotar las oportunidades de negocio, sino porque los propietarios no han podido encontrar puestos de trabajo o los que han encontrado no les han parecido satisfactorios. Para todos aquellos individuos que acaban tomando la decisión de iniciar una actividad empresarial por necesidad, y no tanto por vocación, la falta de destrezas empresariales, junto a las dificultades que pueden encontrarse a la hora de acceder al crédito, son las principales barreras a la hora de crear una empresa. De hecho, en la mayoría de los países europeos casi dos tercios de la población adulta creen que no tendrían las habilidades adecuadas para convertirse en un empresario.
Por esta razón, las políticas educativas están tratando de promover, especialmente entre los más jóvenes y los desempleados, la adquisición de competencias relacionadas con el autoempleo que les permitan adaptarse mejor y más rápido a las condiciones económicas cambiantes. Sin embargo, según la literatura especializada, no está claro qué habilidades deben promoverse y si tendrán un efecto positivo o no en la actividad empresarial exitosa. De hecho, los estudios no han encontrado una evidencia clara sobre la existencia de un vínculo entre las medidas tradicionales de capital humano y la probabilidad de éxito de los nuevos empresarios.
Una de las contribuciones más influyentes en este contexto ha sido la de Lazear (2004)[1] quien sostiene que los individuos con un conjunto equilibrado y diversificado de habilidades, pertenecientes a diversos campos, tienen más probabilidades de éxito como emprendedores que aquellos que no poseen un conjunto de habilidades tan equilibrado. Por el contrario, los empleados remunerados se benefician de ser especialistas en una determinada área demandada por el mercado de trabajo. De hecho, la idea central es que el conocimiento básico de los empresarios es complementario a los conocimientos de sus empleados, lo que les permite gestionar su negocio de manera adecuada.
El pasado 8 de noviembre de 2016 presentamos en la Tercera Conferencia Internacional PIAAC (Programa para la Evaluación Internacional de Competencias de los Adultos) un trabajo en el que a partir del análisis de los datos individuales para más de 30 países de la Evaluación de Competencias de Adultos (Survey of Adult Skills) caracterizábamos a los empresarios en relación a los asalariados en términos de las competencias que usan en diferentes aspectos de la vida, en el trabajo y en relación con las estrategias de aprendizaje.
Un primer resultado de nuestro trabajo es que el tipo de competencias utilizado por los empresarios es muy distinto al que usan los asalariados, siendo estas diferencias muy parecidas en los distintos países considerados. Sin embargo, existe una clara diferencia entre los emprendedores sin trabajadores a su cargo (autónomos) y aquellos que gestionan una empresa de mayor tamaño. Mientras que los primeros tienen una variedad de habilidades muy similares a las de los empleados (concentrados en algunas pocas dimensiones), en cambio los segundos presentan una mayor variabilidad en las mismas apoyando, por tanto, la teoría de Lazear.
Sin embargo, un segundo resultado a destacar a partir de nuestro análisis es que hay algunas habilidades que parecen ser más importantes que otras en el conjunto de los empresarios. En concreto, la capacidad para planificar adecuadamente el trabajo así como la disposición a aprender parecen ser fundamentales para desarrollar tareas de tipo empresarial.
Seguramente las teorías que avalan la capacidad innata de algunas personas para asumir mayores riesgos o tener determinados rasgos en su personalidad que les hacen más adecuados para desarrollar tareas empresariales tienen parte de razón, pero también existe la posibilidad de mejorar algunas de estas cualidades. Sin embargo, nuestros resultados muestran que no se pueden adoptar medidas de tipo universal y muy orientadas a especializarse en determinados ámbitos, sino que es necesario realizar una evaluación detallada del perfil de cada persona y ofrecerle soluciones individualizadas que le permitan complementar las habilidades que ya posea.
Raul Ramos |
Sandra Nieto |
[1] Lazear, E. P. (2004). Balanced skills and entrepreneurship. The American Economic Review, 94 (2), 208-211.
[2] AQR-IREA es el Grupo de Investigación Análisis Cuantitativo Regional del Instituto de Investigación de Economía Aplicada que desarrolla su labor en el campo de la economía aplicada centrándose en temas urbanos y regionales. Es miembro del Consorcio de Refernet España, parte de la red europea de información sobre la formación profesional.